El verano es una época de relajación, de descanso, vacaciones, salir a comer fuera a menudo… Es normal que podamos seguir una dieta algo menos equilibrada y, a causa del calor, no realizar tanto ejercicio como nos gustaría.
A continuación encontrarás algunas claves realistas que te motivarán para volver a una rutina más saludable y dejar atrás los hábitos más sedentarios.
¿Cómo retomar el ejercicio?
Cuando acaba el verano, y con la vuelta a la rutina, suelen entrar las prisas y queremos retomar el ejercicio después de meses de parón. Hay que empezar con calma, si no, pueden producirse lesiones que retrasen aún más la vuelta a un ejercicio saludable.
Los objetivos deben ser realistas, si queremos pasar de 0 a 100 en la primera semana, nos desmotivaremos y no nos apetecerá seguir hasta dentro de un tiempo. Y el ejercicio es constancia y determinación, si no se va aumentando de dificultad poco a poco y sin dejarlo de lado, es muy difícil alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto previamente.
Para comenzar, lo mejor es empezar con una pequeña rutina de ejercicios aeróbicos -ejercicios de baja y media intensidad pero de larga duración- como trotar, el ciclismo o el baile.
A partir de un par de semanas con estos ejercicios, comenzaremos con una rutina de dos o tres sesiones por semana incluyendo ejercicios anaeróbicos -son de alta intensidad pero de corta duración- como las pesas, los abdominales o las flexiones.
Si tienes la opción de ir a un gimnasio, siempre es bueno preguntar a los monitores y especialistas, ellos te ayudarán a saber qué tipos de ejercicios son los que mejor te convienen.
Dietas saludables para volver a la rutina
Con las vacaciones de por medio, el calor, la familia, los amigos… Es normal picotear más entre horas -generalmente alimentos no muy saludables-, descuadrar las horas de sueño y cambiar algunos hábitos a los que estamos acostumbrados.
Es importantísimo recuperar cuanto antes un equilibrio en la dieta para sentirnos con más energía y que no se haga tan dura la vuelta a la rutina.
Los alimentos que más energía aportan y que son totalmente saludables son: las frutas, las legumbres y los huevos, el pescado azul, los frutos secos, el aguacate y el chocolate negro.
Todo alimento debe siempre consumirse con responsabilidad, nunca hay que abusar de una comida en concreto, la dieta debe ser lo más variada posible. Por ello, os dejamos una dieta variable y diaria que incluye todos estos alimentos.
- Desayuno: Bol de macedonia de frutas / Pan integral con aceite de oliva y tomate / Yogur desnatado con semillas de chía.
- Media mañana: 2 rodajas de melón o sandía / Un puñado de frutos secos.
- Comida: Ensalada de pasta o arroz integral con tomate, aguacate, queso tierno, aceite, vinagre y sal. Yogur desnatado de postre.
- Merienda: 2 o 3 onzas de chocolate negro / Una pieza de fruta.
- Cena: Salmón al horno con zumo de limón / Un tazón de gazpacho / Infusión.
La hidratación es una parte muy importante en todo este proceso, Es aconsejable tener siempre a mano un termo de bambú -que mantiene tanto el frío como el calor durante 24 horas- para beber constantemente y ayudar al metabolismo a que funcione adecuadamente.
Cuenta siempre con la supervisión de un nutricionista profesional si quieres realizar una dieta más exhaustiva, la seguridad y el bienestar de cada uno siempre es lo primero.