Cuenta la leyenda que Cleopatra conquistó a Marco Antonio con aceites esenciales de rosas. Y es que estas sustancias aromáticas que se usaban en cosmética y medicina tienen origen en la cultura egipcia y china. Además, claro, se usaban para embalsamar muertos y para fines espirituales.
Después, su uso y conocimientos en la medicina fue heredado por otras civilizaciones, como la griega. De hecho, el padre de la medicina, Hipócrates, recomendaba masajes con aceites esenciales y en sus escritos registraba las propiedades de varias plantas medicinales. Pasando más tarde a la cultura romana y árabe, se fue perfeccionando la técnica de la destilación de las plantas medicinales, cuyo resultados eran estos aceites.
Hoy en día, la mayoría de los aceites esenciales se obtienen a través de la destilación y presión en frío, de esta forma se consigue obtener un líquido que representa la esencia pura de la planta y nos permite disfrutar de todas sus propiedades.
La magia de los aceites esenciales
Los beneficios son múltiples, pues el proceso de destilación o extracción logra mantener las propiedades específicas y únicas de la planta de la que se obtiene. Para la creación de cada tipo de aceite esencial se necesita la mayor cantidad posible de la materia o planta requerida.
¿Cuál es el mejor aceite para ti?
Como siempre, dependerá de las necesidades que tengas en cada momento. Te decimos algunos de los aceites más populares y sus principales beneficios.
Para piel seca, irritada o cansada, los aceites esenciales de lavanda y zanahoria son lo mejor.
Aceite de ciprés
Es un gran regulador de sistema nervioso. Calma la ansiedad, la tristeza y regula el autoestima.
Aceite de rosa
Para tratar el estrés, es el más adecuado. Puedes añadir unas gotas en tu bañera y disfrutar de un momento para ti.
Aceite de lavanda
Como relajante para cuerpo y mente y mejorar el sueño se recomienda también la lavanda.
Aceite de jazmín
Es utilizado como afrodisíaco y estimula las cualidades seductoras, liberando y estimulando la energía sexual entre parejas. Además, sus propiedades relajantes acompañan muy bien en una sesión de yoga.
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¿Cómo debes utilizarlos?
¡Tienes muchas maneras! Te recomendamos que escojas un momento del día, puede ser antes de acostarte, en el que sepas que no vas tener estímulos del exterior que te puedan distraer.
El ambiente adecuado y relajado es un escenario genial para disfrutar de las maravillosas propiedades de estos aceites (¡Y de sus olores!)
Puedes añadir unas gotas de estos aceites en tu bañera o aplicarte estos aceites después de ducharte a modo de hidratante.
Recuerda que lo más importante es que elijas aceites que no tengan componentes tóxicos perjudiciales para tu salud. Para ello, lo mejor es que te asegures comprarlos en tiendas especializadas
¡Seguro que tienes una cerca de casa!