Aunque no lo parezca, faltan menos de dos meses para la llegada del verano. ¡Por fin! Y cuando empieza el buen tiempo, no hay nada que nos apetezca más que estar al sol y conseguir un bronceado envidiable, ¿verdad?
Para tener una piel sana y bonita, el primer paso es tener una alimentación saludable, pero no vale con echarnos protector una vez al día en verano, tenemos que cuidar nuestra piel durante todo el año. ¿Sabes que las necesidades de la piel van variando dependiendo de la época del año? En verano, necesita un extra de hidratación ya que la transpiración aumenta por el calor.
Cuidar de tu piel de manera correcta solo te llevará cuatro pasos y los beneficios son infinitos; una correcta rutina previene las manchas, la sequedad o incluso el envejecimiento prematuro.
Si te preguntas cuáles son esos 4 pasos que te ayudarán a tener una piel más protegida ante estos problemas, sigue leyendo…
Mantén una correcta alimentación
Como mencionábamos, este es el primer paso para mantener una piel saludable, pues si no empezamos una buena rutina desde el interior, no se verán los resultados en el exterior. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo: las verduras frescas y las frutas deben ser un componente fundamental de la dieta durante todo el año, pero sobre todo en verano. ¿Sabías que favorecen la hidratación del organismo y, por tanto, también la de la piel? Por eso, este verano, no puede faltar la fruta en cualquier salida que hagas con familia o amigos, ni tampoco estos cubiertos de bambú. ¡Te acompañarán a todos lados!
Hidratación
Al igual que la alimentación, la hidratación es también un paso muy importante si queremos cuidar nuestra piel desde el interior. Beber agua es algo indispensable para mantener nuestro cuerpo sano; además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas es un eficaz vehículo para transportar las vitaminas y sales minerales que necesitan nuestras células. Tener una botella siempre a la vista, hará que, inconscientemente, tomes más agua.
Nuestra termo-botella sirve tanto para bebidas frías como calientes y la puedes llevar a todos lados ya que no pesa nada.
(Te dejamos por aquí algunas recetas perfectas para este verano).
Igualmente, es imprescindible que hidrates, a su vez, tu piel utilizando una crema adaptada la tus necesidades. Te recomendamos que, después de la ducha, apliques crema a tu piel, pues esta favorecerá una mayor retención de agua en la piel y, al tener el poro más abierto, el producto penetrará mejor.
Exfoliación y limpieza en profundidad
Ahora que ya sabes las dos mejores maneras de cuidar a nuestra piel desde dentro, te estarás preguntando… ¿cómo protegerla desde fuera? El primer paso es deshacernos de los restos de polvo y suciedad que no dejan respirar a nuestra piel. Por eso, hay que limpiarla en profundidad y utilizar un jabón exfoliante para que esta se renueve de manera sencilla. Así, conseguirás una piel más lisa, uniforme, renovada y luminosa. La exfoliación debe hacerse en todo el cuerpo. Debes utilizar productos adaptados a tu piel, nuestro jabón exfoliante te proporcionará una suave exfoliación, ¡es ideal para las pieles más sensibles!
La lima, el aceite de caléndula, la piedra volcánica y el carbón son sus principales ingredientes y todos ellos tienen muchos beneficios para tu piel, ¿aún quieres saber más?
¡No te expongas al sol sin protección solar!
Es algo que, igual que los pasos anteriores, deberías tener en cuenta durante todo el año. Incluso en invierno usar crema protectora es importantísimo; especialmente para las pieles muy blancas. Sin embargo, es en verano cuando la necesidad de usar este tipo de productos aumenta, pues los rayos del sol son más dañinos y nos exponemos, aún más, al sol. Los expertos aconsejan que no pasemos más de 29 minutos diarios al sol y que usemos crema protectora más de una vez. ¡Recuerda que 10 minutos son más que necesarios para asimilar la vitamina D que necesitamos!
Con estos 4 pasos, tu piel estará preparada para disfrutar de esos rayitos de sol durante verano. Ten en cuenta que, si quieres conseguir un bronceado natural y seguro, es importante usar una crema de una protección que se adapte a tu tipo de piel.
¡Todo listo, brushbooer! Ahora solo toca esperar a que aparezcan esos primeros rayos de sol.