Viajar es un placer que todos deberíamos experimentar. Nos sirve para desconectar del trabajo, descubrir nuevos lugares y culturas y ayuda a que podamos liberar nuestro cuerpo y mente de todo el estrés acumulado.
Cada año el turismo aumenta de manera masiva alrededor de todo el mundo (25 millones de viajeros en 1950 frente a 1.200 millones en 2015), por ello, la OMT (Organización Mundial de Turismo), opta por que los viajeros practiquen un turismo más sostenible.
Para hablar de la huella turística hay que hablar primero de la huella de carbono, pero, ¿qué es realmente?. Se trata de un indicador que calcula la cantidad de gases de efecto invernadero que emite una persona, un producto u organización.
Por ello, en Brushboo te damos algunos tips para conseguir reducir esta huella de carbono sin dejar de disfrutar de un buen viaje.
Evitar la masificación
Al reunirse tanta cantidad de gente en un territorio concreto puede provocar grandes efectos negativos en el entorno. Una buena solución es explorar nuevos lugares alejados de las grandes ciudades, donde puedes respirar aire fresco y disfrutar al máximo de las propiedades autóctonas.
Usa un kit de viaje sostenible
A la hora de realizar una excursión o viaje en el que vas a pasar varios días fuera de casa, una solución conveniente para ayudar al medio ambiente es utilizar un kit de limpieza personal más sostenible.
Si ya eres un #Brushbooer sabes de qué estamos hablando. Si no, no te preocupes. Te contamos a continuación.
El cepillo de dientes, los bastoncillos o el hilo dental son algunos de los productos que usamos diariamente para el cuidado de nuestra higiene y, aunque salgamos y vayamos de viaje, siguen siendo un complemento necesario. Por ello, desde Brushboo, te animamos a que pruebes a sustituir tu kit de viaje de plástico por uno de bambú, es más sostenible, biodegradable y reciclable. ¡No te decepcionará!
Movilidad más limpia
Los aviones son el transporte más utilizado para viajar tanto a largas como a medias distancias. Es rápido, seguro y sencillo. El problema que acarrea es la cantidad de CO2 que emite a la atmósfera (un 3% de toda la Unión Europea) y el precio tan elevado que posee.
Existen alternativas mucho más eco si lo que quieres es pasar unas vacaciones de ensueño.
Una buena práctica para viajar por dentro de tu país es compartir el vehículo con personas que se disponen a ir al mismo destino que tú. Se abaratan costes y la reducción de emisiones nocivas se reduce al mínimo. Aplicaciones como Blablacar o Amovens dan la oportunidad de contactar directamente con el conductor por un precio fijo. Cuantas más personas utilicen ese vehículo a la vez, más barato será el precio final -ya que se reparte entre todos-.
Si, por otro lado, el destino al que quieres ir se encuentra fuera de tu país de residencia, una buena opción es viajar en tren -sobretodo en trenes-hotel-, los cuales son más baratos que un avión, son más ecofriendly y generan una experiencia de viaje mucho más enriquecedora.
Recordar siempre las 3 Erres
Muchas veces, en cuanto salimos de casa, se nos olvida que debemos mantener la misma mentalidad ecológica allá donde estemos.
El primer paso a seguir es el de la reducción de plásticos dentro de nuestro entorno más cercano, seguido de una reutilización de otros materiales cotidianos -como rellenar botellas de vidrio con agua, refrescos…- y, por último, reciclar todos lo materiales que puedan ser dañinos para el medio ambiente.
Al no encontrarnos en un entorno conocido, solemos utilizar más envases de usar y tirar por la comodidad que acarrea, pero ¿existen otras alternativas más ecológicas?
Cada vez es más frecuente ver a los viajeros con su set de cubiertos de bambú, platos reutilizables y una botella. Saben que con estas acciones están ayudando al medio ambiente además de que son tremendamente prácticos, cómodos y ecológicos.
¡No hay excusas! Siempre se pueden explorar nuevas partes del mundo siendo sostenible y reduciendo nuestra huella turística.
¡Buen viaje!